Infección Gonocócica Diseminada

Definición:
La infección gonocócica diseminada (IGD) es una complicación grave de la Neisseria gonorrhoeae, la bacteria causante de la gonorrea. Esta infección puede provocar una diseminación hematógena, afectando la piel, las articulaciones y otros órganos, causando un cuadro clínico caracterizado por pápulas, pústulas hemorrágicas y artritis, entre otros síntomas.

Agente Etiológico:
El agente causante de la infección gonocócica diseminada es Neisseria gonorrhoeae, una bacteria Gram-negativa que se transmite principalmente por contacto sexual. En algunos casos, esta bacteria puede diseminarse a través del torrente sanguíneo, llevando a complicaciones como artritis séptica y exantema.

Transmisión:
Neisseria gonorrhoeae se transmite principalmente a través de contacto sexual no protegido, incluyendo vaginal, anal u oral. La infección también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. En casos raros, la infección puede diseminarse a través del torrente sanguíneo a otras partes del cuerpo.

Exantema:
El exantema asociado con la infección gonocócica diseminada incluye pápulas de 1 a 5 mm que evolucionan a pústulas hemorrágicas con centros necróticos. Estas lesiones son más comunes en las extremidades superiores, cerca de las articulaciones. El exantema suele estar acompañado de artritis séptica y tenosinovitis.

Síntomas:
Los síntomas de la infección gonocócica diseminada incluyen:

    • Pápulas y pústulas hemorrágicas con centros necróticos.
    • Artritis séptica y tenosinovitis (inflamación de los tendones).
    • Fiebre.
    • Mialgias y artralgia (dolor en los músculos y las articulaciones).
    • Síntomas urogenitales (aunque no siempre presentes) como secreción uretral en hombres o dolor pélvico en mujeres.

Diagnóstico:
El diagnóstico de la infección gonocócica diseminada se basa en:

    • Evaluación clínica: Historia de fiebre, exantema y dolor en las articulaciones.
    • Cultivo bacteriológico: Aislamiento de Neisseria gonorrhoeae de muestras de sangre, líquido sinovial, o secreciones genitales.
    • Pruebas serológicas: Para detectar la presencia de anticuerpos contra Neisseria gonorrhoeae.
    • Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT): Para detectar el ADN de Neisseria gonorrhoeae en las muestras obtenidas.

Tratamiento:
El tratamiento de la infección gonocócica diseminada incluye:

    • Antibióticos: El tratamiento inicial suele incluir ceftriaxona (un antibiótico de tercera generación) o azitromicina (un antibiótico macrólido) para cubrir tanto la infección gonocócica como posibles coinfecciones.
    • Manejo sintomático: Uso de analgésicos para aliviar el dolor en las articulaciones y antipiréticos para controlar la fiebre.
    • Tratamiento de la artritis séptica: En algunos casos, puede ser necesario un drenaje quirúrgico o artroscópico de las articulaciones infectadas.

Pronóstico y Prevención:

    • Pronóstico: Si se trata adecuadamente, la infección gonocócica diseminada generalmente tiene un buen pronóstico. Sin embargo, si no se trata de forma oportuna, puede dar lugar a complicaciones graves, como artritis crónica o endocarditis.
    • Prevención: La prevención de la infección gonocócica diseminada se basa en:
      • Uso de métodos anticonceptivos de barrera (como condones) para prevenir la transmisión sexual.
      • Pruebas regulares de infecciones de transmisión sexual (ITS) en personas sexualmente activas.
      • Educación sexual y promoción de prácticas sexuales seguras.

Referencia:

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2020). Gonococcal Infections. CDC.
  2. Workowski, K. A., & Bolan, G. A. (2015). Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines, 2015. Morbidity and Mortality Weekly Report, 64(3), 1-137.
  3. Balthazar, P. F., & Klein, A. (2013). Disseminated Gonococcal Infection: A Review. American Family Physician, 88(6), 402-406.